Hace algunas horas ha partido hacia la eternidad el amigo, poeta e historiador Carlos Oyarzún Cárdenas. La muerte nos lo arrebató sorpresivamente cuando se encontraba trabajando arduamente para brindarnos otros de sus numerosos estudios sobre la historia de su pueblo, Curaco de Vélez y de su tierra chilota.
Nos hemos quedado con el grato recuerdo de haber compartido una bella amistad que trascendió más allá del interés común por la historia; que incluyó a nuestras familias y amistades.
Encontrándome en Curaco de Vélez hace cosa de unos diez años, conocí a Carlos cuando regresaba a casa, venía desde el interior del canal de Dalcahue, emergiendo como un ser mitológico junto a Adelaida, su mujer. Nos presentaron y desde ese momento todo fue amenidad. Fuimos hasta su casa, allí a orillas del canal, con un hermoso "patio-mar". Mientras Adelaida nos deleitaba con las exquiciteces preparadas durante el último verano (frutillas en almibar, duraznos en conserva, y galletas hechas por sus manos), compartiamos con Carlos el sueño de editar nuestros trabajos.
Recuerdo unas enormes carpetas llenas de papeles ya descoloridos donde había escrito sus investigaciones y observaciones sobre la historia de Curaco, abundante y rico material que necesitaba salir de allí a recorrer el mundo. Mi consejo fue que debía hacer todos los esfuerzos necesarios para darle forma de libro a toda esa información allí dispersa. Llegó la tarde y con ella la hora de la despedida, pero con el compromiso de un futuro reencuentro. Pasaron dos años y llego nuevamente hasta su hogar, que grata sorpresa me tenía este Carlos. Me estiró sus manos con un ejemplar del libro "Apuntes históricos de Curaco de Vélez, un pueblo con historia". Qué felicidad!! Cultivamos años de amistad, largas tertulias literarias, amenos momentos junto a Carlitos Junior y Adelaida, disfrutamos de la buena mesa chilota acompañada de un delicioso pipeño de Portezuelo.
Y NOS SORPRENDIO LA POESIA
En ese compartir la bella amistad nos encontrabamos cuando me entrega unos borradores, pero ahora no se trataba de historias de Curaco, era su poesía. Carlos, un hombre multifacético. Nunca sabiamos en qué le encontraríamos. Ahora nos sorprendió con sus versos. Una poesía ingenua, una poesía romántica inspirada en Adelaida, una poesía comprometida con la naturaleza, una poesía telúrica donde los elementos le recuerdan al hombre su fragilidad. Gran honor fue para mi cuando Carlos me dice que el próximo verano esas hojas sueltas serán un nuevo libro, y me encomienda la responsabilidad de hacer su presentación. Qué hermosa tarea y que bellos momentos fueron esos vividos en febrero de 2009. Asi nació la obra poética "Luces y sombras".
Son tantos y tantos los recuerdos de días felices, de admistad transparente, que hoy cuesta asimilar su partida. Lamento la distancia que no me ha permitido estar allí para despedirlo en su partida, pero donde quiera que él esté sabe cuánto se le extraña, cuánto le aprendimos a querer, cómo le admiraron los amigos que algún día me acompañaron hasta su casa. Y desde esta tribuna le digo a su mujer,Adelaida, a su hijo, Carlitos JR y a todo ese clan Oyarzún Cárdenas que no lamenten su partida, que más bien disfruten del recuerdo de la alegría haberle tenido. Amigo Carlos Oyarzún, ya nos encontraremos por ahí para seguir hablando de historias y soñando con nuevos libros, por mientras, prepara los vasos...
En la imagen aparecen los escritores Felipe Montiel, Carlos Oyarzún Cárdenas (al centro) y el autor de esta nota.
De Oda a Carlos Oyarzún
Allí surgen los sueños de editar y mil libros se abren en páginas inéditas
Esperando ese impulso vital que permite al libro
Traspasar las fronteras del espacio y la eternidad.
La tarde se hace corta porque el viaje debe continuar
La atmósfera se llena de promesas literarias y de futuras cordialidades
Promesas de vinos y de la mesa fraternal de tiempos que sin duda serán mejores.
Carlos Oyarzún, tu mano firme y tu abrazo fraterno
superan el tiempo y la distancia.
Tu sencillez de hombre austral
traspasa las fronteras de la sensibilidad y las letras esperan
tu destreza de artesano de la cultura para perpetuar las raíces
de nuestro pueblo.
ADOLFO MÁRQUEZ ESPARZA
miércoles, 1 de junio de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
A los que conocimos a Carlos y a su familia, sabemos que todo lo descrito en esta nota acerca de su persona, es verídico como también sentimos que lo dicho por el profesor e historiador Adolfo Marquez, surgió del alma como sólo lo saben hacer aquellos que poseen el don de trasmitir a través de las letras lo que los otros sólo alcanzamos con el pensamiento.
ResponderEliminarHasta siempre amigo Carlos.