domingo, 26 de febrero de 2012
LOS PINCHEIRA MITO Y REALIDAD
LOS HERMANOS PINCHEIRA, GUERRILLEROS O BANDOLEROS?
Mucho se ha discutido si el accionar de los hermanos Pincheira entre los años 1817 y 1832 corresponde a una guerrilla o a simples actos de bandolerismo. En Chile la mayoría de los autores se inclinan por considerarlos como simples bandoleros, otros confunden los conceptos y los califican indistintamente. En Argentina se les asigna en forma tajante el calificativo de guerrilleros, defensores acérrimos de la monarquía. Sobre la base de numerosos antecedentes históricos procuraré clarificar este asunto.
En primer lugar debemos aclarar los conceptos. Guerrilla es aplicable a aquel grupo organizado militarmente y que persigue un fin político, como sinónimo de guerrilla podemos emplear la denominación de montoneras. La RAE (Real Academia Española) define este concepto como: ”Grupo o pelotón de gente de a caballo que intervenía como fuerza irregular en las guerras civiles de algunos países suramericanos.” Bandolerismo deriva de las acciones cometidas por él o los bandidos; bandido es definido por la RAE como: “Persona que roba en los despoblados, salteador de caminos. Persona perversa, engañadora o estafadora.”
El triunfo de la revolución sudamericana en Ayacucho, el 9 de diciembre de 1824, acción conjunta de colombianos, venezolanos, ecuatorianos, peruanos, chilenos, orientales (uruguayos) y argentinos puso fin a la dominación española en América. Aunque desaparecía el Virreinato del Perú, en el archipiélago de Chiloé aun quedaba un bastión español, pero que no significó ningún peligro para el proceso independentista.
Se supone que aquel triunfo emancipador traería consigo la reivindicación de los derechos de los pueblos indígenas y de las grandes masas populares sometidas por siglos a la voluntad del conquistador. Lamentablemente no fue así.
En Chile la independencia se había consolidado el 12 de febrero de 1818, con la firma del Acta de Independencia proclamada por el Libertador Bernardo O’Higgins. La conquista de la independencia política no significó ningún cambio y menos beneficio para las masas populares, estas siguieron en el estado de indefensión en que se habían mantenido durante La Colonia. La conducción política pasó de las manos de los representantes del rey a las manos de los grandes hacendados, sin alterarse las estructuras sociales que mantuvieron al bajo pueblo y al inquilino como grupos sociales muy inferiores y de nula participación política. El descontento popular se acrecentó cuando aquellos hombres que habían formado en el ejército de la patria, una vez conquistada la emancipación debieron retornar a sus hogares sin ninguna recompensa, expuesto siempre a la voluntad mezquina del patrón. Y aquellos hombres que permanecieron formando parte de la tropa también cayeron en el descontento al ver que su trabajo no era pagado oportunamente. En muchas oportunidades los soldados debieron pasar varios meses sin recibir sueldo porque el Estado no tenía los recursos o simplemente los pocos que había eran invertidos en asuntos “más importantes”.
Es en este ambiente donde Antonio Pincheira, el mayor de cuatro hermanos organiza la legendaria banda que durante 15 años mantendrá en ascuas a las autoridades chilenas y a un gran sector argentino.
Los Pincheira habían iniciado sus acciones de asaltos, saqueos y raptos de mujeres allá por 1817, luego de la derrota de las fuerzas realistas en la batalla de Chacabuco (12 de febrero de 1817). Acciones que se intensificaron durante el desarrollo de los primeros años de la República y con mayor fuerza durante el período conocido como Anarquía. Etapa en la cual las autoridades no fueron capaces de resolver los graves problemas sociales que afectaban al país en formación.
La integración de campesinos cesantes y vagabundos a la banda de los Pincheira, no obedece sino a la necesidad de supervivencia que tenían estas misérrimas capas criollas. La incorporación a las mismas de soldados que desertaban del ejército nacional se debía a la falta de pago de sus sueldos y la desatención permanente en que se mantenía a la tropa; razón por la cual la tentación del botín que con frecuencia lograban los Pincheira y el pillaje en general, eran una manera de asegurar su mantención.
No hay registros que señalen que los Pincheira hayan actuado defendiendo los intereses españoles y menos pretendido el restablecimiento de la monarquía en esta parte de América. Tampoco tenemos registros que indiquen que de parte de alguna autoridad española se entregaran recursos, hombres, armas o dinero para colaborar con los bandoleros. No lo hicieron los últimos virreyes del Perú, Joaquín de Pezuela (1816-1821) ni José de la Serna (1821- 1824). Tampoco recibieron algún tipo de colaboración de parte del último Gobernador de Chiloé, brigadier Antonio de Quintanilla (1817-1826).
Distinto es el caso de las montoneras organizadas y dirigidas por Vicente Benavides. Este personaje sí se dedicó a perturbar y combatir a la naciente República. Sus acciones siempre estuvieron encaminadas a destruir la obra emancipadora con el propósito de reconquistar los dominios americanos para España. En sus memorias, el brigadier Antonio de Quintanilla da cuenta de la colaboración que hizo al virreinato con un batallón de caballería y un bergantín dotado de un cañón giratorio. También entrega información respecto de la relación que mantenía con Benavides y de cómo colaboró con éste para que siguiera en su empeño de reconquista de Chile. En parte de sus memorias dice:
“Del mismo modo, otro bergantín remití al comandante de las fuerzas que habían quedado defendiendo la frontera de Chile en Arauco, Coronel Benavides, oficiales, entre ellos a los hoy generales Senosiaín e Ibarra, que entonces eran subalternos, y cañones de que carecía, así como municiones y cuanto yo tenía como poder dar para mantener la guerra por aquella parte.”
Es más, los Pincheira nunca se consideraron enemigos políticos de Chile. Esta afirmación se ve respaldada con lo establecido en el Art. 5° del tratado que José Antonio Pincheira firmó con el gobierno de Mendoza, el 15 de julio de 1829, donde se estableció que:
“Siempre que la provincia de Mendoza haya de hacer la guerra ofensiva a la República de Chile, no se obliga a la fuerza de dicho general (Pincheira) sino en el caso de la defensiva.”
Estos dos ejemplos concretos confirman la tesis que señala que los hermanos Pincheira eran unos meros bandoleros cuyo objetivo no era otro que el sustento para ellos y sus hombres. Sin embargo, no antecedentes que nos hablen de su intereses por defender los intereses de la monarquía.-
Ceremonia conmemorativa de la captura de la banda de los hermanos Pincheira.
El autor dirigiendose a los asistentes al acto conmemorativo.
Sito histórico donde se libró la batalla de Epulafquén el 14 de enero de 1832, y que significó la captura de los Hermanos Pincheira y la destrucción de su banda.
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